Sunday, August 26, 2007
"Snorkeleando" en el Cenote dos Ojos.
Estas tierras Yucatanas estan salpicadas de cenotes, hundimientos de tierra que dejan al descubierto ríos subterráneos en algunos casos interconectados durante muchos kilómetros. Estos cenotes tuvieron una carga religiosa en el mundo Maya. Ya hacía algunos años habíamos visto expediciones del archiconocido comandante Cousteau recorriendo y buscando las conexiones de estos ríos subterráneos. Aunque en principio hacer snorkel en un cenote no lo teníamos contemplado, tras ver fotos de esas cavernas llenas de estalactitas y estalagmitas, murciélagos, pasos estrechos, cúpulas inmensas, etc, decidimos contratar una excursión con una agencia local en Tulum.
La idea de explorar un cenote nos cautivó y nos dispusimos a realizar la excursión con cierta inquietud pero mucha ilusión. Sin embargo, nada mas acercarnos a la agencia, con los neoprenos ya colocados y el dinero pagado, el coche no arrancó debido a un problema en la batería y nuestro gozo de ver el pozo acabó en otro pozo. Tras pasar un momento de chasco importante, nos líamos la manta a la cabeza, nos montamos en una furgoneta colectivo, y nos acercamos por nuestro medios al llamado Cenote Dos Ojos. Éste es llamado así porque tiene dos diferentes entradas unidas por una serie de cavernas subterráneas. Allí contratatamos los servicios de un guía, necesarios porque es fácil perderte por las diferentes cuevas y pasadizos. Pasamos una hora realmente inolvidable.
La temperatura del agua es de 24 grados, pero, a pesar del neopreno, uno sale boquiabierto por los parajes visitados ¡y con una ligera hipotermia!. También hay que ser cautelosos al salir del agua para coger aire ya que en muchas ocasiones las diferentes cuevas y pasadizos son estrechas y de techo bajo y es muy fácil romper una estalactita de un cabezazo, o romperte la cabeza con una estalactita si uno apura la inmersión demasiado y sale con un exceso de ímpetu en busca del requerido aire en la superficie.
La idea de explorar un cenote nos cautivó y nos dispusimos a realizar la excursión con cierta inquietud pero mucha ilusión. Sin embargo, nada mas acercarnos a la agencia, con los neoprenos ya colocados y el dinero pagado, el coche no arrancó debido a un problema en la batería y nuestro gozo de ver el pozo acabó en otro pozo. Tras pasar un momento de chasco importante, nos líamos la manta a la cabeza, nos montamos en una furgoneta colectivo, y nos acercamos por nuestro medios al llamado Cenote Dos Ojos. Éste es llamado así porque tiene dos diferentes entradas unidas por una serie de cavernas subterráneas. Allí contratatamos los servicios de un guía, necesarios porque es fácil perderte por las diferentes cuevas y pasadizos. Pasamos una hora realmente inolvidable.
La temperatura del agua es de 24 grados, pero, a pesar del neopreno, uno sale boquiabierto por los parajes visitados ¡y con una ligera hipotermia!. También hay que ser cautelosos al salir del agua para coger aire ya que en muchas ocasiones las diferentes cuevas y pasadizos son estrechas y de techo bajo y es muy fácil romper una estalactita de un cabezazo, o romperte la cabeza con una estalactita si uno apura la inmersión demasiado y sale con un exceso de ímpetu en busca del requerido aire en la superficie.
# posted by Jose y Ana @ 10:27 AM 
